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viernes, 20 de noviembre de 2015

La Fuerza Armada y el 6-d por @nm_freddy


Por Freddy Núñez


No hay exageración en calificar el proceso electoral del próximo 6 de diciembre para elegir a los nuevos diputados de la Asamblea nacional, como un hecho determinante en la vida del país. El régimen llega a este proceso con el pesado fardo del fracaso absoluto, después de haber desperdiciado 16 años, dilapidado billones de dólares, quebrado el aparato productivo del país tanto público como privado, haber desplegado una ineficiencia absoluta, y estimulado una red de corrupción, sin precedentes en la historia del país. 


Venezuela le debe en este momento, como dice el dicho popular, “a cada santo una misa”, lograron pasar la deuda global del país en 1998, de 30 mil millones de US$, a 330.000 millones, y eso habiendo tenido, en ese periodo, más ingresos que los obtenidos por todos los gobiernos habidos desde que se comenzó a explotar el petróleo en Venezuela a principios del siglo XX.

En medio de un cuadro dramático de escases sin precedentes de absolutamente todo, de una inflación que hace impagable lo poco que se encuentra, de la manifiesta calamidad de los servicios públicos y un ambiente de inseguridad personal, que multiplica con creces los estándares definidos por las Naciones Unidas, el régimen solo se ocupa de mentir y de provocar las más diversas crisis para tratar de aferrarse al poder.

Llegado a este punto es necesario decirle a la Fuerza Armada Nacional, que tienen la responsabilidad histórica de asumir cabalmente las obligaciones que les establece la Constitución Nacional. La FA, debe respetar y hacer respetar la Constitución (art.328) rechazando cualquier intento de convertirla en un grupo armado al servicio de una persona o partido político. La FA, no está integrada por deficientes mentales, incapaces de discernir sobre lo que realmente está ocurriendo, que no es otra cosa que la manifiesta voluntad mayoritaria de los ciudadanos de dotarse de una asamblea nacional que se ocupe de los problemas de la gente y de los asuntos del país. La FA, seguramente conoce la “Encuesta sobre Condiciones de Vida, Venezuela 2014” elaborada en trabajo conjunto por las universidades Central, Simón Bolívar, y UCAB, y por el Laboratorio de Ciencias Sociales, donde se indica de manera incontrovertible, el divorcio que existe entre la realidad de Venezuela hoy, y las mentiras propagadas por el gobierno a través del uso abusivo de los medios, incluyendo por supuesto los pocos independientes que quedan.

Entre 1998 y el 2014, la pobreza en Venezuela ha pasado del 45% al 48%. 

Del gran total añadido de 3.438.380 hogares, 1.700.000 mil están en pobreza extrema. Esto no se refiere solo a la canasta básica, abarca también las condiciones de salud y vivienda. El informe para este año será presentado probablemente el día 20 de este mes, y lamento decirles que los resultados son dramáticamente peores. La FA, está obligada a interpretar con objetividad la realidad del país, allí encontrara que este modelo “socialismo del siglo XXI”, ha sido una farsa y un fracaso, que solo ha servido para enriquecer a la casta gobernante. Son los hechos, la realidad, frente a la gritería histérica que repite frases huecas, vacías y altisonantes. ¿Puede parecerle normal, a la FA, que a días de una elección, y durante el proceso, el gobierno, sin escrúpulo alguno, utilice los recursos del estado para hacer campaña, con la complicidad del CNE? La democracia es igualdad de derechos, es respeto al ciudadano, a las leyes, y ella, en cumplimiento de su obligación constitucional, tiene que hacer respetar esos derechos. Ese debe ser su papel durante la aplicación del plan república. Nada más lógico que el hastío y la desesperación ciudadana, frente a un gobierno fracasado que a cada rato es noticia internacional cuando sus propios funcionarios huyen del país a denunciar la variedad de delitos que comete el gobierno, incluyendo algunos que no prescriben ni aceptan hoy el argumento de la obediencia debida. El país puede salir adelante, es lo que desea la inmensa mayoría de los ciudadanos. Esto lo sabe cualquiera que recorra el país, aún sin leer las encuestas en las cuales no hay ni una, que no dé a la alternativa democrática una ventaja no menor del 20%, sobre el gobierno.

El último escándalo que recorre el mundo, vinculando a familiares de la pareja presidencial en tráfico de drogas, al parecer utilizando pasaportes diplomáticos, es francamente la tapa del frasco. En un régimen que todo lo controla, es difícil imaginarlos desconociendo esta realidad que involucra al gobierno de Venezuela (no a los venezolanos) en un tema, que junto al terrorismo yijadista, goza del desprecio de la civilización. La FA, debe garantizar a los ciudadanos, que el 6 de diciembre hará respetar la Constitución Nacional, no se le exige otra cosa.

18-11-15




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