Por Carlos Vilchez Navamuel, 07/10/2015
La palabra corrupción es cada día más
utilizada en los medios de comunicación y entre los ciudadanos, pensamos que
hay tanta corrupción en el planeta que nuestra impresión es que toda actividad
humana está contaminada de esta acción como veremos de seguido.
El DRAE define la palabra corrupción en su
primera acepción así: Acción y efecto de corromper, lo que significa alterar y
trastrocar la forma de algo, echar a
perder, depravar, dañar, pudrir. Sobornar a alguien con dádivas o de otra
manera. Pervertir o seducir a alguien. Estragar, viciar. Corromper las
costumbres, el habla, la literatura. Como ven, con esta definición nadie se
salva.
¿Es nueva la corrupción? No, la historia está plagada de actos de
corrupción, Piergiorgio M. Sandri, nos dice en un extenso escrito titulado
“Historia de la Corrupción” (No dejen de leerlo) que “Los escándalos políticos
llenan las páginas de la actualidad y los ciudadanos están cada vez más
indignados. Pero las malas prácticas llevan siglos de historia y parecen inherentes
al ser humano. Y se pregunta algo que también nosotros muchas veces nos hemos cuestionado,
dice así: Y si hoy, en el fondo, ¿lo que ocurre no fuera tan grave?
Al tratar este tema no podemos dejar de
comentar el pasaje bíblico que relata de manera metafórica el primer acto de
corrupción que hacen los primeros humanos que según la biblia, Dios creó, esto sucede
cuando la serpiente seduce a Eva (la corrompe) para que convenza a Adán de
comer de la fruta prohibida.
En su extenso artículo, Sandri nos explica
que “Algunos historiadores se remontan hasta el reinado de Ramsés IX, 1100
a.C., en Egipto. Un tal Peser, antiguo funcionario del faraón, denunció en un
documento los negocios sucios de otro funcionario que se había asociado con una
banda de profanadores de tumbas, que, como diríamos hoy... ¡hacían los
egipcios! Los griegos tampoco tenían un comportamiento ejemplar. En el año 324
a.C. Demóstenes, acusado de haberse apoderado de las sumas depositadas en la
Acrópolis por el tesorero de Alejandro, fue condenado y obligado a huir. Y
Pericle, conocido como el Incorruptible, fue acusado de haber especulado sobre
los trabajos de construcción del Partenón”. Imperios, reinados, papados,
feudos, dictadores, autoritarios, todos, se han visto envueltos en actos
corruptos a través de la historia.
Hoy vemos en grandes titulares los actos de
corrupción más notables, el gobierno de Brasil se enfrenta quizás al acto de
corrupción más grande de su historia, la FIFA se encuentra investigada y ya han
sido acusados algunos miembros de esta organización, gobiernos como el de
Venezuela han sido señalados como los más corruptos del mundo, la ONU no se
queda atrás y en estos días aparecen en grandes titulares que revelan informaciones que afirman que el ex presidente
de la Asamblea General de la ONU John Ashe y un diplomático dominicano están
envueltos en actos de corrupción por recibir 1,3 millones de dólares en el seno
de Naciones Unidas, pero resulta que esto no es nada nuevo, el libro de Eric
Frattini, titulado: ONU Historia de la corrupción, reseña 60 años de actos
corruptos en esa organización, por otra parte las empresas privadas Bosch y Volkswagen
han sido acusadas recientemente de dar información falsa sobre sus productos y por
supuesto que en todo esto relacionado a la corrupción no podemos excluir a la prensa, pues es sabido
que corrompe muchas veces el habla, la forma en que escribe y el cómo muchas
veces transmiten las noticias.
Pero la corrupción no solo aparece en los
gobiernos o en las grandes instituciones u organizaciones, es de todos
conocidos que la mayoría de las personas acostumbran a quejarse de la corrupción, pero
no se miran en ellos mismos cuando cometen actos corruptos, es corrupto de
acuerdo a su definición y significado cualquier persona que altere la forma de algo, eche a perder, deprave,
dañe, o pudra, soborne a alguien con dádivas o de otra manera, pervierta o
seduzca a alguien, estrague, vicie o corrompa las costumbres, el habla o la
literatura.
Piergiorgio M. Sandri nos dice que “Según
Carlo Brioschi, la corrupción “es un fenómeno inextirpable porque respeta de
forma rigurosa la ley de la reciprocidad. Según la lógica del intercambio, a
cada favor corresponde un regalo interesado. Nadie puede impedir al partido en
el poder que se cree una clientela de grandes electores que le ayuden en la
gestión de los aparatos estatales y que disfruten de estos privilegios. Es algo
natural y fisiológico”. Para Julián Santamaría, presidente de Noxa Consulting y
catedrático de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, “el
electorado haría bien en entender que la corrupción es una lacra de todos los
tiempos, que se refiere a la naturaleza humana. Se da en todos los países y en
todas las épocas. En la actualidad es más frecuente en los países en vías de
desarrollo, donde se combina una elevada burocracia, salarios bajos de los
funcionarios y sistemas políticos autoritarios. Es cuando se da la situación
esperpéntica: países emergentes, de escaso recursos y con una población que
aspira a tener una forma de vida más elevada”.
Esto último lo confirma la organización
Transparencia Internacional con su Índice de Percepción de Corrupción, los
países menos desarrollados son más corruptos que lo las más desarrollados,
Dinamarca ocupa el lugar número uno del mundo como el país menos corrupto,
mientras que Sudán el puesto 173, en nuestra región Venezuela se sitúa en el
puesto 163, Honduras en el 161, Nicaragua en el 133, Argentina en el 107,
Bolivia en el 103, Costa Rica en el 54 y Panamá en el 37. http://www.datosmacro.com/estado/indice-percepcion-corrupcion
Si esto es así, debemos comprender
entonces, que al menos en nuestra región tendremos corrupción para rato, aunque
todo indica que conforme nos desarrollemos el índice de corrupción disminuirá.
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