Por BBC
Este centro de salud es el
orgullo de la creciente industria del turismo médico en Cuba
Las risas estallan en la
piscina mientras el instructor dirige una clase de aeróbicos a ritmo de
reguetón.
En esa misma piscina tiene
comienzo un partido de voleibol, frente a un puñado de espectadores que
merienda bajo el sol del Caribe.
Es una escena que se repite
a diario en los hoteles "todo incluido" de Cuba.
Pero el resort de
La Pradera tiene una diferencia fundamental: sus huéspedes no son turistas,
sino pacientes.
La Pradera es el orgullo de
la creciente industria del turismo médico en Cuba.
Un hospital de cinco
estrellas
En sus lujosas instalaciones,
los extranjeros pueden pagar su tratamiento con doctores de renombre mundial de
la isla.
El centro alojó durante los
últimos años a varias figuras conocidas, incluyendo a Diego Maradona y
Húgo Chávez.
"Algunos tratamientos
se desarrollan en La Pradera", me explicó el director del centro, el
doctor Henry Carreño, mientras me mostraba el lugar.
"Otros se llevan a cabo
de otro hospital habanero, el Cira García, y después los pacientes se recuperan
aquí y hacen su rehabilitación".
Carreño abrió unas puertas,
que daban paso a un enorme gimnasio, donde algunos pacientes utilizan cintas de
correr, máquinas de remo y equipos de entrenamiento de alta gama.
Cada paciente tiene un
fisioterapeuta personal a su lado, supervisando sus ejercicios de
rehabilitación, y el doctor Carreño me explica que, debido la suma que
pagan, los clientes reciben atención personalizada.
Los venezolanos, en
particular, se benefician del centro en virtud de un acuerdo alcanzado en el
año 2000 entre el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y Fidel
Castro.
Durante el día de mi visita,
todos los que utilizaron el gimnasio eran venezolanos que se recuperaban
por lesiones de armas de fuego, víctimas de la creciente espiral de violecia
criminal en el país.
Víctor Hernández era uno de
ellos.
Aficionado al deporte y
recién llegado a la treintena, fue diagnosticado con parálisis tras sufrir un
disparo una noche cuando salía de trabajar.
Víctor y su fisioterapeuta,
Eduardo, me mostraron el progreso que había logrado desde que llegó a La
Pradera.
Pasó de ser incapaz de
sentarse sin ayuda, a poder levantar el brazo por encima de su cabeza y agarrar
una polea frente a él.
Atención personalizada
Mientras Víctor se adapta a
la vida en silla de ruedas, sabe que estos son todavía sus primeros pequeños
pasos en el largo camino hacia la recuperación.
Sin embargo, un operador de
turismo de salud en La Habana dice estos son "pasos de gigante", en
comparación con lo que Victor podría haber logrado sin la atención de los
especialistas en el centro de salud internacional de Cuba.
"Por ejemplo, para una
terapia neurológica en Canadá, un fisioterapeuta cuesta un promedio de US$150
por hora", dice Rosemary Toscani, de Global HealthQuest, empresa
que se encarga de trasladar a los pacientes a Cuba.
"Mientras que si vienes
aquí, a La Pradera, (por el mismo dinero) puedes obterner un tratamiento para
un día entero, de seis o siete horas al día".
"Es decir, en un
periodo de un mes, puedes notar mejoras que te tomarían años lograr en
cualquier otra parte".
Tanto pacientes actuales
como expacientes de La Pradera dicen que los beneficios del centro se extienden
mucho más allá del simple hecho de obtener más por cada dólar.
Matthew Kuiken es profesor
de un instituto en Canadá y se quedó parcialmente paralizado por un virus,
meningoencefalitis.
Cuando habla sobre su hogar
en Toronto, lejos del calor caribeño de La Habana, dice que se sintió
particularmente impresionado por el enfoque multidisciplinariode la
atención médica que recibió en Cuba.
"Lo que era realmente
increíble era la combinación de fisioterapia con medicina naturopática, como
magnetoterapia, ozonoterapia, acupuntura y terapia de masajes".
"En Ontario me di
cuenta de que extiste una división entre la naturopatía y la idea occidental de
medicina".
"Pero en la Pradera
había una interesante mezcla entre diferentes teorías y técnicas; incluso
tenían dietista".
Otros tratamientos del
exclusivo hospital incluyen equinoterapia para niños discapacitados, además de
logopedia e implantes clocleares.
Pocos estarían en desacuerdo
en cuanto a los excelentes cuidados que proporciona el centro en sus
instalaciones de primera clase, pero también tiene sus críticos.
Sólo para el extranjero
Aparte de un puñado de
ejemplos, La Pradera no está abierta para el cubano de a pie, sólo para
extranjeros.
Y mientras el sistema de
salud cubano es aclamado internacionalmente, los hospitales públicos de la isla
están sufriendo falta de fondos, algo que el propio gobierno ha reconocido.
"Cuba tiene sus
servicios médicos divididos en dos: uno está pensado para los cubanos y otro
para los extranjeros", dice el doctor Julio Cesar Alfonso de la ONG con
base en Florida Solidaridad Sin Fronteras (SSF).
"Por supuesto, los
extranjeros reciben un cuidado de mayor calidad, mientras que la población
nacional tiene que conformarse con instalaciones en ruinas, falta de
medicamentos y equipos y falta de personal especilizado, ya que éste es enviado
al extranjero para generar ingresos para Cuba".
Alfonso también sostiene que
es injusto que pacientes internacionales paguen miles de dólares por un
tratamiento en Cuba, mientras los doctores cubanos obtienen un salario
miserable de unos US$60 al mes.
Turismo médico
Pero el director del centro,
Henry Carreño, defiende la comercialización de la medicina cubana como
beneficiosa para el sistema en su conjunto:
"Esta combinación
de turismo y salud que ofrecemos en La Pradera es también una manera de
generar fondos y subsidios para nuestro sistema de salud nacional, ministerio y
gobierno, para que podamos atender mejor a los cubanos".
El gobierno cubano acusa a
SSF de alentar a los médicos cubanos a abandonar sus puestos en Venezuela, Brasil
y Bolivia, y desertar a los Estados Unidos.
Alfonso dice que su
organización está simplemente ayudando a aquellos que ya querían irse a causa
de sus arduas condiciones laborales y bajos salarios.
De cualquier manera, dejando
la política a un lado, el turismo médico parece que tiene perspectivas de
aumentar en Cuba.
A medida que la isla se abre
al mundo cada vez más, más extranjeros vienen a Cuba, pero no sólo por sus
famosas playas o habanos, sino también por sus famosos doctores y enfermeros.
08-10-15
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico