Páginas

domingo, 11 de octubre de 2015

La cualidad que te encamina al éxito, por ANTONIO ROJAS



ANTONIO ROJAS 29 SEPTIEMBRE, 2015

La alegría es una antorcha que ilumina
nuestra vida y las vidas
de aquellos que nos rodean.
-King Chesterton-

Una de las fuentes naturales de la alegría es un talante vital agradecido. La alegría actúa de purificadora de ambientes y, como consecuencia, donde falta la alegría el ambiente se enrarece, las personas se aíslan, cualquier contratiempo es causa de enfado, malestar y disgusto serio.

Con su fina ironía y perspicacia, nos lo cuenta Quino a través deMafalda:

– Mi papá iba por una avenida y al llegar a una esquina apareció de pronto otro que ¡ZAS!…Le abolló todo el presupuesto del mes, los nervios, la alegría de tener auto, el carácter, la confianza en los demás y un guardabarros…

Pero lo mismo que una sola circunstancia puede arruinar un ambiente de alegría, también hay personas, ellas solas, que son capaces de enriquecer el ambiente mejorándolo con su alegría.

Todos los aficionados al deporte sabemos de jugadores que son fundamentales en un equipo no sólo por la calidad de sus condiciones deportivas, sino porque con su actitud y modo de ser, alegre, optimista, agradecido, con mano izquierda para quitar tensiones, crean un ambiente agradable que hace mejores a los personas.

Saben ser paños de lágrimas y hacen acogedora la vida en común ya sea en los entrenamientos, en los viajes, en las concentraciones o en las competiciones. Su aportación no es evaluable por estadísticas, pero todos lo notan cuando faltan.

Una persona jovial es un factor muy importante para conseguir victoria, lo mismo que lo contrario: ¿Cuántas derrotas hay que anotar en la cuenta del enredador que crispa el ambiente?

Estas personas divertidas demuestran que alegría no es sinónimo de poseer, algo muy habitual en nuestra sociedad del consumismo: “Mientras más cosas tengo más alegre estoy”. No es cierto; la alegría no es proporcional a lo que uno tiene.

Para vivir alegre y feliz no hace falta tener de todo, el truco está en saber contentarse con lo que se tiene. No es feliz el que tiene mucho, sino al que le sobra todo.

En un mundo como el nuestro, inundado de caprichos, las personas no saben ser felices sin un yate lujoso, un coche potente o un mes de vacaciones. Hacer depender la alegría y la felicidad de cosas materiales, sería como aquel sordo que, en medio de un concierto sinfónico, se entretenía resolviendo crucigramas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico