Por Julett Pineda
El inicio del año escolar
2015-2016 arrancó con el pie izquierdo en los colegios de la capital. No
únicamente porque el magisterio anunció en un principio que la vuelta a clases
sería el lunes 14 de septiembre y luego que estaba fijada para el miércoles 16,
fecha correspondiente a los días de vacaciones que decreta la Ley Orgánica de
Educación, sino porque no todas las asignaturas empezaron al mismo tiempo
o todavía no tienen profesores asignados.
Otros liceos de la capital,
como el emblemático Gustavo Herrera, en Chacao, o el Liceo Andrés Bello, en
Parque Carabobo, aún no comienzan clases y continúan en proceso de inscripción.
De acuerdo con vigilantes de cada centro de estudio, tienen previsto arrancar
el año escolar 2015-2016 el martes 13 de octubre y los retrasos se deben
al ajuste de los horarios.
La Unidad Educativa privada
San Antonio, ubicada en la Avenida Baralt, tuvo suerte: los estudiantes
empezaron en la fecha estipulada y a pesar de que el profesor que más les costó
conseguir fue el de Inglés, ya tienen toda la nómina completa y el docente
comenzó a impartir clases el lunes 5 de octubre, dos semanas después de que los
niños y jóvenes se reintegraron.
No obstante, el déficit de
profesores no es cubierto con la misma rapidez en todos los institutos educativos.
El liceo José Alberto Velandia, en La Trinidad, donde Andrés (nombre ficticio)
estudia el séptimo grado, los estudiantes están asistiendo a clase solo
tres días a la semana desde que arrancó el año escolar por la falta de
docentes.
En el otro extremo de
Caracas sucede lo mismo. Reina, estudiante de la Unidad Educativa Andrés Eloy
Blanco, en Miraflores, salió más temprano del liceo y cuenta que las clases
empezaron en su instituto pero que tiene espacios de dos horas entre una
asignatura y otra por falta de profesores. “Nos dicen que nos esperemos hasta
una hora porque un profesor no vino pero otro sí. Esto ya había pasado en
años anteriores, pero nunca habían faltado tantos como este año”, explica.
La falta de docentes no está
restringida a una sola área de estudio. En un recorrido que hizo Efecto
Cocuyo en el que se interrogaron a estudiantes de diferentes institutos y
niveles de educación, los profesores de ciencias, que usualmente son los que
más cuesta conseguir, no son los únicos que faltan. Si bien entre las materias
que todavía necesitaban profesores, Matemática, Física, Química y Biología
figuraron en la mayoría de las respuestas de los estudiantes, hay otras
asignaturas que tampoco están cubiertas. En el caso de Reina, su salón
todavía no tiene profesor de Educación Física. Inglés y Geografía también
fueron respuestas frecuentes.
El problema de docentes en
Educación Media radica en que los profesores requieren una formación específica
en alguna área del conocimiento, especializándose en ciencias naturales o
ciencias sociales. Las estadísticas del Ministerio del Poder Popular para la
Educación (MPPE) contabilizaron en la Memoria y Cuenta de 2014 que para ese
mismo año había 548.857 profesores en todo el país. No obstante, hay profesores
que desempeñan doble cargo dentro de una institución, por lo que en ese mismo
año se calcularon 644.076 cargos de docencia por centro de estudio. Al
menos 95.219 docentes tienen un cargo adicional en el sistema educativo.
Si bien estas cifras
corresponden al total de profesores, de acuerdo con el presidente de la
Federación Venezolana de Maestros, Orlando Alzuru, todavía en Venezuela se
necesitan cerca de 5.000 docentes para cubrir el déficit en todos los niveles
de educación.
A pesar de llevar una cuenta
sobre los docentes por niveles, títulos y entidad federal y dependencia, las
estadísticas del MPPE no hacen seguimiento del número de profesores por
asignatura en la Memoria y Cuenta. No obstante, el ministerio ofreció a las
instituciones educativas en reuniones de mesas de trabajo que sucedieron a la
Consulta Nacional por la Calidad Educativa, un estimado de cuántos docentes son
necesarios para impartir las llamadas áreas críticas en los liceos,
donde las ciencias son las más afectadas.
El documento hace referencia
a los graduandos en Educación correspondientes al período 2012-2013, donde se
hace una aproximación “preliminar” y “sujeta a cambios”, que estima que se necesitan
formar 1.700 educadores a nivel nacional para impartir estas asignaturas. Según
el documento, los números más alarmantes reflejan que se necesitan formar 451
docentes para impartir Matemática, 618 para ciencias (Física, Química y
Biología), 316 para las ciencias sociales y 281 para Castellano.
Para paliar la falta de
docentes en Educación Media, el Ministerio dio inicio a un programa llamado
Micromisión Simón Rodríguez en 2014 a través del cual se forman educadores para
dictar las áreas críticas.
Ante la falta de profesores
para impartir una materia, las instituciones realizan promedios entre todas las
notas para calificar la asignatura no vista por los alumnos. Alzuru lo
confirma: “Este déficit creó una política en la que al muchacho se le ponía la
nota final de acuerdo con el prorrateo o promedio del resto de las
calificaciones sin haber visto una hora de clases”.
Algunas veces, la materia
también puede quedar pospuesta para el año siguiente, como es el caso de dos
jóvenes de diversificada que estudian en el colegio La Concordia, en Bello
Monte. “Cuando estábamos en segundo año no vimos Geografía y la materia la
tuvimos que ver cuando pasamos a tercero”, asegura uno de los bachilleres.
La falta de interés por
parte de los estudiantes de Educación para especializarse en las ciencias
sociales y naturales también se ve reflejada en las escuelas. Este escenario
contrasta con las declaraciones hechas por el entonces ministro de Educación
Héctor Rodríguez en marzo de 2015, donde afirmó que “en las universidades se
están formando 430 mil maestros”.
En la Escuela de Educación
de la Universidad Católica Andrés Bello, de las siete menciones que ofrece el
centro de estudios, Ciencias Pedagógicas es una de las que cuenta con mayor
demanda por combinar la gerencia y el campo organizacional. Educación
Preescolar también es de las más solicitadas; Sin embargo, especializaciones en
Física y Matemática, Biología y Química y Filosofía no figuran entre las que cuentan
con mayor asistencia.
Por su parte, José Azuaje,
profesor de Ciencias Naturales en el Instituto Pedagógico de Caracas y tutor de
la Micromisión Simón Rodríguez en esa misma área, asegura que la institución en
la que labora está preparada para formar profesores; Sin embargo, las aulas se
encuentran vacías. “Estamos preparados para atender una matrícula de 50
estudiantes por semestre y en los últimos años no hemos alcanzado esa
cantidad ni por prueba interna”, explica el docente.
La carencia de motivación no
es la única causa para que los salones de las universidades e institutos
pedagógicos estén vacíos. El poco reconocimiento al ejercicio docente con los
bajos salarios y los contados beneficios son un reflejo de la
falta de políticas públicas que se necesitan para incentivar a los
jóvenes a formarse en la carrera.
Frente a la poca oferta de
profesores, las instituciones optan por contratar egresados de otras
carreras que no sean de educación para dictar materias afines.Un profesional
graduado en Letras puede dictar Lengua y Literatura y un arquitecto puede dar
Dibujo Técnico en los liceos y colegios.
Azuaje precisa que incluso
de los contados títulos que se firman, no todos terminan ejerciendo la docencia
por las condiciones de vida de un profesor. “Hay docentes que se gradúan pero
que no necesariamente se incorporan al campo educativo”. Un ejemplo son los
docentes en Educación Física, quienes se gradúan para trabajar como
entrenadores.
10-10-15
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