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martes, 6 de octubre de 2015

CONFESIONES, por @AmericoMartin



Américo Martín 05 de octubre de 2015

Me he librado a especular un poco sobre la entrevista de JV Rangel a Alí Rodríguez. Entre preguntas y respuestas aparecen fosforescencias que permiten calibrar mejor la complicada situación del gobierno y del país en su conjunto. Lo primero y tal vez más llamativo es la valoración del proceso revolucionario y de la gestión. Alí las define en términos de “fracaso” lo que, dada la significación de Rodríguez y Rangel en la esfera del poder, es demoledor. De los clamores de Cabello, Rodríguez y Jaua no  se esperan sino palabras lisas, panfletarias o amenazantes; nada extraordinario, nada que sugiera algo distinto a la jactancia infantil o la mentira institucionalizada.


¿Pero usó Alí la palabra “fracaso”? Literalmente no podía, pero tampoco fue necesario, dado que en lenguaje llano, en “Roman Paladino” (de donde viene aquello de “paladinamente”), lo que se le escapó fue inequívoco. Así se expresaba Gonzalo de Berceo:

Quiero fer una prosa en roman paladino

En cual suele el pueblo fablar con su vezino

Como le habla “el pueblo a su vecino” soltó Alí lo que le pesa en el alma.

El modelo no estaba destinado a lo que tenemos hoy y no sirve.

Si se hubieran aplicado las comunas no habría sucedido esto.

¡Ah, si se hubieran!… Con toda su reconocida autoridad intelectual  dijo don Pedro Grases en 1973:
En historia no es lícito teorizar sobre hipótesis de hechos no acaecidos

Tendrías que ir, sin atenuantes, a la revisión de la revolución desde sus orígenes, porque en ellos está la causa del naufragio. Y con honestidad marcar tu distancia de lo que está ocurriendo hoy. No obstante, como la vida se nos ha ido teorizando sin cesar, sobre la imposibilidad lógica y práctica de consagrar un sistema de comunas, Freddy Muñoz y yo escribimos hace 8 años “Sociaiismo del siglo XXI”, obra en la que, para demostrar su endeblez, abordamos analíticamente el proyecto fundado por Chávez. De haberse generalizado el sistema comunal, cuyo filo de ataque es la burocracia estatal, posiblemente la revolución bolivariana hubiera estallado en pedazos unos 10 años atrás, sin esperanza de erigir un modelo funcional. No hay espacio para demostraciones, pero remito a esa obra a Alí, José Vicente, Maduro, Diosdado y a quienes gusten analizar proyectos fallidos.

El otro gran tema abordado por Ali es la eventual victoria de la MUD en las elecciones del 6D. El tono, la gestualidad  y las palabras mismas, escoltan su temor a la derrota del gobierno.

-Una mayoría opositora en la AN sería un serio obstáculo, afirmas sin retaceos.

Tanta franqueza para expresarse no es habitual en los miembros de la Nomenklatura. Poco se refiere ésta a elecciones, mientras hace aspavientos sobre inverosímiles actos de violencia opositora.

En su empeño de construir una causa “patriótica” en nombre de la cual posponer los comicios,  el gobierno re-cayó en el diálogo que nunca debió abandonar y cuya dinámica dificulta las matrices de violencia.

¿En fin, obstáculo para qué, Ali? ¿Para que siga una gestión tan universalmente criticada como la actual? El triunfo de la MUD abriría espacios democráticos a través de los cuales fluiría el pluralismo, en sana convivencia. Un constante repartir de cartas en competencia civilizada sometida a elecciones irreprochables.

Leopold Sédar Senghor, el gran poeta de la negritud postulaba la unión del signo al sentido. Si piensas que el gobierno bordea los límites del fracaso, deberías oponerte o entender a quienes se opongan. ¡Junta el signo al sentido, Alí!

Juntarlos es la palabra de orden, no divorciarlos.

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