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miércoles, 2 de septiembre de 2015

. @PanizGustavo: ES EL MOMENTO PARA DECIRLE AL PAÍS QUE EL GOBIERNO YA NO ES MAYORÍA, por @manuelfsierra


Manuel Felipe Sierra 28 de agosto de 2015

La futura Asamblea Nacional tiene que ejercerse como una fuerza contralora, como un contrapeso a un poder absoluto. Con la baja de los precios del petróleo baja la influencia venezolana en el ámbito internacional. La relación con Estados Unidos ha sido la “democracia de micrófono”. Es dramática la fuga de cerebros de los jóvenes y profesionales, señala el analista internacional.

MANUEL FELIPE SIERRA

Se desempeña como dirigente de uno de los más importantes partidos de la oposición nacional, y es egresado de la UCV en Estudios Internacionales con maestría en Derecho y Política Internacional. Ejerce también como director en la Fundación Democracia Social y como Secretario Ejecutivo de la Mesa Unidad Democrática Juvenil. Sus opiniones sobre política exterior son ampliamente conocidas y valoradas en los medios de comunicación nacionales. Estas son sus reflexiones.


Para algunos analistas la estrategia internacional del chavismo, que sin duda tuvo algunos logros inicialmente, como la creación del Alba y un efecto expansivo en Suramérica ahora da signos de agotamiento. ¿Compartes ese criterio?

Tenemos que empezar diciendo que la estrategia exterior de Chávez fue una “petro-política” basada en los altísimos precios del barril de petróleo debido a condiciones muy particulares: la expansión de China, los BRICS, la situación en el Medio Oriente y una creciente demanda internacional que llevaron el barril de petróleo por encima de los 100 dólares. Estos precios históricos le permitieron a Chávez firmar convenios muy favorables con los países de CARICOM y la mayoría de las naciones suramericanas que acumularon una importante deuda con Venezuela. Ahora con la baja de los precios del barril de petróleo también baja la influencia venezolana en el ámbito internacional y además podemos ver en los últimos meses que en la cuestión de los derechos humanos el régimen se ha aislado por las críticas de los organismos internacionales. Ello sumado al lenguaje violento de Maduro y la gestión de una Cancillería poco profesional, hace que la percepción exterior sobre el gobierno haya caído sensiblemente.

Sin duda, también hay que tomar en cuenta que ya no existe la personalidad carismática de Chávez.

Si, por supuesto, Chávez era un líder muy carismático; se podría decir que él manejaba personalmente las relaciones internacionales. Pero ahora con un liderazgo tan deficiente como el de Maduro, además un país sin dinero para repartir es lógico que disminuya esta influencia en la región y en el mundo.

Pero también ello tiene que ver con ciertos cambios en el escenario internacional. Por ejemplo Brasil, que es el aliado más importante en la región está enfrentado problemas económicos, se han caído las exportaciones de materias primas de los países suramericanos y también la desaceleración de la economía china, son factores que complican la estrategia exterior del chavismo.

Ello es así, los países que conforman el Foro de Sao Paulo y que fueron los grandes aliados de Chávez enfrentan problemas. El Partido de los Trabajadores de Lula y la Rousseff en Brasil están sumergidos en grandes escándalos de corrupción, y ni hablar de la Argentina de Cristina Kirchner, que además de la corrupción enfrenta severos problemas económicos. Hay que sumar también los casos de Bolivia y Ecuador que tienen en entredicho su condición democrática para vastos sectores nacionales, lo que ha originado grandes protestas incluso solicitando la renuncia de los mandatarios. Todo ellos revela que fueron movimientos que carecieron de convicción democrática y de certeza económica y que hoy en día sufren fuertes complicaciones.

A ellos se suma también la situación de Guyana que podría tener un efecto desfavorable en los países beneficiarios de Petrocaribe, que son aliados naturales del gobierno guyanés. Ahora ¿Cómo observas esta nueva fase de la disputa por el Esequibo complicada por el tema petrolífero?

La veo muy complicada, en nuestra Cancillería siempre fue uno de los temas principales, como debe ser todo lo que corresponde a nuestra soberanía, a nuestras delimitaciones geográficas; son cosas que tienen que asumirse plenamente y que no han debido abandonarse nunca. En algún momento la estrategia de aplicar un liderazgo mesiánico hizo que estas políticas de Estado se descartaran y obviamente los países que tienen sus intereses en las disputas territoriales, movieran sus cartas, movieran su diplomacia, movieran su fuerza para conseguir el mejor acuerdo posible.

EL ESEQUIBO

¿Cómo valoras la respuesta del gobierno que apela al Acuerdo de Ginebra de 1966?

Tenemos que respaldarnos en el Acuerdo de Ginebra donde está bien delimitada la porción de terreno que sostenemos es nuestra y que viene de la época de la Independencia. Sostenemos que todo lo que está al oeste del rio Esequibo es nuestro y ello lo sostendremos hasta el final, por eso sería bueno que el gobierno dejara de hacer tanta politiquería, dejara la demagogia de micrófono y se pusiese de verdad a respaldar y defender lo que son los intereses legítimos de los venezolanos. Estos conflictos deben tratarse con mucha diplomacia, y existen fórmulas para ese tratamiento, pensamos que el camino que ha tomado hasta ahora el gobierno es el correcto, tiene que empezar una interlocución entre países, una intervención de las Naciones Unidas y tenemos que ir muy seguros de nuestros argumentos y sin miedo a defenderlos en todos los escenarios.

El reciente restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba debería tener una repercusión directa en Venezuela, ya que nuestra política exterior ha estado vinculada a la diplomacia cubana. ¿Cuál puede ser la repercusión de este “hecho histórico” en el país?

Creo que es un desastre para la Cancillería venezolana y para un gobierno que se abrazó a un modelo político fracasado que no tiene que ver con la conciencia y el ideario de los venezolanos. Cuba se ha manejado de forma muy pragmática, nosotros sabemos que los Castros se manejan en la forma que les ha permitido mantenerse en el poder por largos años y si ello obliga a pactar con Estados Unidos, pues pactaran, y si eso significara romper relaciones también la romperían, y eso es lo que estamos viendo ahora. Los Castros se aprovecharon de una Venezuela que tenía muchísimos recursos, que les facilitó muchos convenios, que le facilitó petróleo barato para poder sobrellevar su desastre interno, y en el momento que vieron que la situación había cambiado y sintieron que el aire empezó a soplar hacia otro lado, subieron sus velas y se movieron hacia Estados Unidos.

Pero esas negociaciones venían de mucho antes de que se estableciera la alianza de Cuba con Venezuela. La necesidad de normalizar las relaciones entre los dos países es un planteamiento de muchos años.

Por supuesto, pensamos que es un gran avance para el pueblo cubano, aunque nos preocupa desde luego lo que puede ocurrir en Venezuela. Es bueno que esos dos países normalicen sus relaciones y puedan entrar en la senda del desarrollo y muy pronto también en la senda democrática. Pienso que los cubanos retrasaron la posibilidad de normalización para aprovechar y desfalcar el petróleo barato de Venezuela, con un liderazgo poco consolidado y sin visión de Estado; y ahora que vieron que ello cambio, van a retomar la política que, como tú dices, ya habían adelantado desde hace tiempo con Estado Unidos.

¿Qué desarrollo piensas que va a tener la relación de Venezuela con Estados Unidos? Se habla de una nueva etapa o crees que se mantendrá ese ciclo repetitivo entre crisis y recomposición.

Esta relación con Estados Unidos ha sido una “democracia de micrófono”, porque hasta ahora el comprador que hemos tenido, billete sobre billete, de nuestro petróleo ha sido Estados Unidos, a ellos les interesa el petróleo venezolano y a nosotros nos interesa vendérselo en la mejor de las condiciones. Han sido los principales compradores de nuestro petróleo por la fuerza de su economía y nosotros hemos sido históricamente unos suplidores confiables. Yo creo que más allá de la retórica tonta del gobierno nosotros debemos pasar a normalizar nuestras relaciones con Estados Unidos por lo que debe haber una correspondencia entre los intereses de ambos países, y creo que podemos encontrar a través del comercio internacional del petróleo las claves para un beneficio mutuo.

Has mencionado en algunas ocasiones el tema sobre la desprofesionalización del servicio exterior venezolano.

A mí me toco llevar ese tema con mucha fuerza mientras estaba en la universidad, estaba en un grupo para tratar de echar para atrás un montón de modificaciones a la Ley de Servicio Exterior. Antes, el 50% de los embajadores debían ser embajadores de carrera, debían participar en un concurso para entrar en la Cancillería y había una serie de pautas y estrategias para que los seleccionados fuesen ocupando puestos de mayor profesionalización. Hoy en día Chávez derogó todo eso, los embajadores son escogidos el 100% por el Ejecutivo, no se hacen concursos desde hace muchos años y todo ellos produce la desprofesionalización, teniendo en cuenta que muchas personas que ejercen altos cargos no están preparados para cumplir los objetivos en circunstancias particularmente delicadas. Hoy más que nunca necesitamos de una Cancillería profesional que responda a las necesidades del Estado más allá de los intereses particulares de un gobierno, y peor aún de los intereses particulares de un líder o de un grupo dirigente.

LA NUEVA AN

Quería conocer tu opinión como dirigente de Un Nuevo Tiempo en vísperas de la elección para la Asamblea Nacional que se da en un marco político muy especial, ya que mucha gente ha visto en ella elección un punto de inflexión en la crisis política, económica y social que vive el país hoy en día; más allá de un simple renovación del poder legislativo.

Yo pienso que esta elección tiene una trascendencia importantísima, teniendo en cuenta que hablamos de la Asamblea Nacional, que es donde se reúnen todas las representaciones de las fuerzas activas del país, partidos políticos, circunscripciones y estados. Es el momento para decirle al país que el gobierno ya no es mayoría, y que la mayoría somos nosotros ahora y que vamos a asumir la representación de todo el país. El segundo aspecto es que la Asamblea tiene que ejercerse como una fuerza contralora, como un contrapeso al poder absoluto que ha tenido el gobierno, controlando la Asamblea, el TSJ, CNE, etc. Es allí donde está el centro del asunto, la Asamblea debe ser un barrera que le diga al poder ejecutivo “de aquí no pasas”. Ahora los intereses son del pueblo, ahora vamos a hacer un corte para iniciar un nuevo proceso para desarticular todo un entramado político e institucional que llevó al país al desastre que vivimos y que desarrollaremos un proyecto verdaderamente democrático, donde estén incluidos todos los factores políticos y sociales.

En la casi totalidad de las encuestas se refleja una caída sostenida en la valoración del gobierno, y una expectativa de cambio muy importante. Pero ellas también indican que el mensaje del sector de oposición, es decir de la MUD, tampoco logra capitalizar totalmente el descontento del elector, y parece que esa franja intermedia tiende a crecer a costa de la tradicional polarización.

En la oposición nos ha faltado mucha unidad, mucha coherencia, pero pienso que lo fundamental es que los venezolanos viven una situación dramática y eso es lo que demuestran las encuestas. Basta con conversar con cualquier venezolano y nunca faltara el tema de la profunda crisis que vivimos todos. Con respecto a eso es verdad que a la oposición le ha faltado muchísimo unirse, llevar unas políticas coordinadas, nos ha costado muchísimo conformarnos en una verdadera alternativa, pero son obstáculos que hemos estado superando, creando fórmulas como esta nueva idea de la “Concertación Unitaria” que va más allá de lo electoral, tenemos ya un Comando de Campaña único y una tarjeta única y una fracción parlamentaria unitaria que se encargara de decirle al gobierno “ya basta de tantos abusos”.

En el marco de tantos problemas hay uno de extrema gravedad por sus efectos futuros para la cultura y la vida nacional que es el éxodo juvenil y profesional.

Es dramático, sabemos que 1 millón 600 mil venezolanos están ahora en el exterior buscando oportunidades, huyendo de un país que sienten que no se las da. Y verdaderamente eso no es fácil, porque supone el rompimiento de la familia y los grupos sociales; además de la cantidad de emigrantes venezolanos, más del el 90% son profesionales graduados de pregrados, postgrado o maestría, ello quiere decir que no solamente desde el punto de vista familiar, sino que también estamos perdiendo una fuerza de trabajo y que existe una “fuga de cerebros” lo cual nos va a costar mucho recomponer. Sin embargo yo pienso que cuando le planteemos al país un vía viable y le podamos decir que esta crisis terminó, que podemos crear una Venezuela donde todos estemos incluidos, donde haya futuro, donde haya esperanza, estos jóvenes y profesionales van a volver y mucho de mis amigos me lo han dicho así, porque tenemos un patria hermosa y hay que recuperarla trabajando por ella y en la seguridad que la vamos a “echar para adelante”.


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