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domingo, 17 de mayo de 2015

Carta a una hija que se fue, @maureengubbins


Por Maureen Gubbins Vásquez, 17/05/2015

Querida hija,

Ahora que ya no estás siento un nudo en el pecho, tristeza, desolación, impotencia. Tenía solapado este sentimiento, hasta que el jueves pasado después de comulgar, arrodillada ocultando mi cara entre las manos, cerré los ojos y me dejé llevar en un llanto incontenible; como llora un niño cuando pierde algo muy querido. Sentía una mezcla de dolor profundo y sorpresa tratando de comprender ese llanto, esa descarga emocional tan íntima. Hasta aquél instante pensaba que estaba feliz por el paso que decidimos era mejor para tu futuro. Sabía que me iba a afectar la decisión que tomamos, pero nunca imaginé hasta qué punto me dolería no compartir el día-a-día contigo, tenerte aquí a nuestro lado, hija de mi corazón.

No quiero preocuparte con mis emociones. Lo más importante es verte realizada como persona, como profesional; que persigas tus sueños ahora que apenas tienes veinticinco años y toda una vida por delante. Sabemos que al graduarte en Ortodoncia piensas crear una fundación para ayudar a niños con labio leporino. ¡Qué orgullo!

Por otro lado, nos complace que tengas la oportunidad de vivir una experiencia única: hacer un postgrado en el exterior en una reconocida universidad, conocer gente de otra idiosincrasia, crecer en criterio, ver mundo, arreglártelas por ti misma. Estamos convencidos de que te irá bien y nos alegramos de ser parte de esta experiencia en tu vida. Te lo mereces por estudiosa y buena profesional. Saldrás adelante dejando en alto el nombre de Venezuela adonde vayas y el día que debas volver a tu país lo harás para aportar con excelencia los conocimientos adquiridos.

Lo que has visto en Venezuela desde que tenías nueve años, es un deterioro constante de la calidad de vida. Es tan importante que continúes tu formación en un país donde veas que lo normal es tener seguridad física, moral y jurídica; alimentos, medicinas, vivienda digna, transporte en buen estado, salarios acordes a la inflación ¡estabilidad socio-económica y política! Nos consta que también nos extrañas y a tus amigos, así como las arepas y el pabellón criollo de tu abuela, tus tradiciones; pero hija, aunque estuvieras aquí, sabrás que no conseguimos ni Harina Pan, ni carne. Este sacrificio es de todos en muchos aspectos y la oportunidad es para los jóvenes.

Recuerda los consejos de tu familia que tanto te quiere porque ya no estamos cerca para ayudarte si algo te pasa. Ora diariamente como siempre hacíamos. Jamás te olvides de dónde vienes, ni hacia dónde vas; debes tener el rumbo claro. Sigue el camino recto hacia tu meta con firmeza y honestidad. Verás cómo llegarás adonde desees sin siquiera darte cuenta, el tiempo vuela. Vivir en paz y el sentido de responsabilidad en los objetivos planteados, es lo que te dará la seguridad en ti misma para seguir adelante, a pesar de cualquier obstáculo que pudiera surgir. Jamás permitas que nadie te ofenda (ni a tu país). Todo ser humano es valioso y a cada quien, el lugar que le corresponde con respeto y dignidad.

Hija querida, te deseo lo mejor. Le pido a Dios que me facilite el camino para llenar mis días de alegre esperanza en que pronto, muy pronto, podremos abrazarte de nuevo, prepararte la comida que más te gusta, compartir los días Domingo en familia, tener esas largas y divertidas conversaciones; pedirte favores: ¿Quién me va a bajar ahora las canciones de internet?

Dios y la Virgen te cuiden siempre. Te ama,

Tu mamá

@maureengubbins



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