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martes, 2 de diciembre de 2014

Las causas del fracaso económico, por Omar Barboza Gutiérrez


Omar Barboza Gutiérrez noviembre de 2014

Venezuela ha perdido una gran oportunidad histórica al no utilizar en beneficio del interés nacional, la inmensa fortuna que le ingresó con la bonanza de los altos precios petroleros. Es importante tener en cuenta que a nuestro país, sólo por concepto de las exportaciones petroleras, le ingresaron entre 1998 y 2013 la cantidad de 760.813 millones de dólares.

El llamado socialismo del Siglo XXI administró esos ingresos con criterios y conductas que convirtieron esa gran oportunidad en inflación, escasez, endeudamiento, falta de confianza, e incertidumbre sobre el futuro de Venezuela, que caracterizan la actual situación económica. Son una constante en todo este proceso de despilfarro, la falta de transparencia y la actuación al margen de la Constitución.

Para facilitar el análisis de lo que ha ocurrido, clasifico en cinco (5) las causas principales de ese fracaso: 1) Política Fiscal contraria al ahorro, y en favor del endeudamiento; 2) Política Monetaria creadora de inflación; 3) Política Cambiaria generadora de escasez y promotora de corrupción; 4) Políticas contrarias a la producción nacional; y, 5) La utilización de PDVSA para fines que no le son propios.

En relación a la política fiscal, desde un principio los dos gobiernos de este llamado Socialismo, se negaron al ahorro de una parte de los ingresos petroleros para preservarnos ante una caída de los precios que históricamente han ocurrido en el caso del petróleo, sometido a ciclos de altos y bajos precios. Y, a pesar de que estaba vigente desde 1998 una Ley que creó el “Fondo de Inversión para la Estabilización Macroeconómica”, y esa voluntad política también fue recogida en la Constitución de 1999, la cual en su Artículo 321 dispone el mandato de establecer por Ley un Fondo de Estabilización Macroeconómica, el Socialismo del Siglo XXI, a través de maniobras administrativas y de reformas legales que aprobaron durante los años 2003, 2005 y 2008, impidió que ese Fondo funcionara para lo que fue concebido y por eso nos encontramos sin ahorros ahora cuando caen los precios del petróleo; pero, en cambio, sí crearon muchos otros fondos sin control constitucional para implementar el despilfarro de nuestros recursos.

No solo no ahorramos, sino que nos endeudamos más, y así podemos comprobar que cuando para 1998 la deuda total venezolana en dólares era de 32.809 millones de dólares, para finales de marzo de 2014 llegó a 204.286 millones de dólares, o sea, se incrementó en más de seis (6) veces la deuda total en dólares, después de haber recibido tan grandes cantidades de ingresos.

Con la creación de fondos distintos al Fisco Nacional, el gobierno rompió el principio de la Unidad del Tesoro para eludir el control Constitucional sobre el gasto. La nómina pública pasó de agosto de 1999, que estaba en 1.412. 298 personas, a 2.436.055 en agosto de 2014; es decir, se incrementó en un 72,6%.

En cuanto a la política monetaria, con toda responsabilidad podemos afirmar que una de las causas principales de la actual crisis económica, es la falta de un Banco Central de Venezuela (BCV) que cumpla con sus obligaciones constitucionales. Nos referimos principalmente a dos de esas obligaciones cuyo incumplimiento han generado graves consecuencias negativas para la economía venezolana.

En primer lugar, el Artículo 318 de nuestra Constitución establece que: “El objeto fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria”. Sin comentarios.

En segundo lugar, el Artículo 320 de la Carta Magna establece que: “En el ejercicio de sus funciones el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias”. Sin embargo, el financiamiento del BCV al déficit de PDVSA está por el orden de los 500.000 millones de bolívares lo cual lo ha llevado a imprimir dinero inorgánico, causa principal de la inflación. Hoy el BCV es una gran imprenta de billetes sin respaldo, y principal responsable del alto costo de la vida para los venezolanos.

El fracaso de la política cambiaria se comprueba por el solo hecho de que en Venezuela existan hoy cuatro (4) tipos de cambio: 6,30, 12, 50, y el paralelo. La consecuencia principal de esta política es que hoy día nadie sabe en Venezuela cuánto vale un bolívar fuerte. Por otra parte, la corrupción generada por esta política cambiaria está bien representada por el robo de más de 20.000 millones de dólares denunciado por Giordani, y todavía no se conocen los responsables por estar involucrados altos funcionarios del gobierno.

En otros artículos continuaremos analizando este asalto a los dineros públicos en nombre de una supuesta revolución en favor del pueblo.

Omar Barboza Gutiérrez

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