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sábado, 20 de septiembre de 2014

La resistencia del Municipio a través de la participación legítima, legal y constitucional, por @carome31

Carlos Romero Mendoza 18 de septiembre de 2014
@carome31

La resistencia del Municipio frente a ese diseño comunal que impone el régimen a través del Plan de la Patria 2013-2019, sólo podrá operar efectivamente en la medida que las instituciones políticas municipales, logren articular esfuerzos entre autoridades electas, vecinos y actores locales a través de mecanismos de participación efectivos y legítimos.+
En otros países, los gobiernos locales han activado espacios de participación en distintas áreas temáticas, por ejemplo: Consejos Municipales de Juventud, en Colombia[1];  Consejos Municipales de Medio Ambiente en España y México[2].  En Venezuela, por el contrario, los espacios de participación han sido confiscados por el Poder Popular para un fin político particular: construir un gobierno centralista y de control absoluto del Estado.

Como nunca antes, la historia nos pone la tarea de comprender el valor de la participación y en este sentido, vale citar la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública (2009), en cuyo contenido se reconoce que los principios democráticos de la representación política deben complementarse con mecanismos de participación ciudadana en la gestión pública y de esa forma, expandir y profundizar la democracia y su gobernabilidad.

Para la Carta Iberoamericana, las oportunidades para la participación ciudadana resultan la herramienta esencial en la tarea de fomentar una nueva cultura cívica, pues a través de ese ejercicio, el ciudadano se va acostumbrando a informarse sobre los asuntos públicos, a cooperar, respetar y en consecuencia interactuar en una sociedad que se caracteriza por su diversidad social y cultural.  También, el contenido de la Carta Iberoamericana identifica la participación ciudadana como la herramienta adecuada para abordar conflictos de una manera más efectiva y construir soluciones o tomar decisiones con mayores niveles de legitimidad.

Lo anteriormente expuesto, resulta coherente con la Carta Democrática Interamericana (2001) que expresamente reconoce la participación permanente, responsable y ética como herramienta útil para reforzar y profundizar la democracia representativa, y en tal sentido, debe destacarse en nuestro caso, la responsabilidad ética y moral de los Concejos Municipales, las Alcaldías, las Contralorías Municipales y los Consejos Locales de Planificación Pública, en facilitar en general, los espacios para la participación ciudadana.

La crisis de la basura, la presencia del dengue, la crisis en la prestación permanente del servicio del agua, así como la inseguridad ciudadana por múltiples factores, son temas propios de la vida local, que por ser públicos y de interés general, demandan de las autoridades locales la articulación con todos los sectores locales, en la búsqueda de desarrollar espacios de cooperación que permitan construir los consensos para identificar posibles soluciones o buscar respuestas a los distintos rostros que presenta la crisis en la sociedad venezolana.

Es el momento de recordar y valorar los cabildos abiertos, las comisiones de vecinos, los foros municipales, coloquios, talleres sobre temas concretos de interés público, local y general, entre otros mecanismos de encuentro con los ciudadanos. El tiempo presente reclama mayor contacto con los vecinos que en su mayoría son electores.

Como nunca antes, Venezuela necesita la reconstrucción de lazos sociales a través de los cuales el municipio pueda resistir y sobrevivir ante la amenaza de un modelo que advierte su sustitución y eliminación futura.

En este sentido, cobra vital importancia rescatar la parroquia[3] como entidad local y a sus Juntas Parroquiales como órganos auxiliares de la gestión pública local y desde allí volver a reconstruir los lazos sociales e institucionales necesarios para recuperar la cohesión social que hoy hemos perdido.

Por cohesión social, debemos entender, según el concepto creado por la Fundación alemana Bertelsman[4],  como un atributo colectivo que expresa la cualidad de la cooperación social.  “Una sociedad cohesionada se caracteriza por relaciones sociales muy cercanas, conectividad emocional intensa y una pronunciada orientación hacia el bien común.”  

Precisamente para esta fundación alemana, la Cohesión Social en la sociedad alemana, debe analizarse desde 3 dimensiones:  la conectividad, que implica la identidad y el sentido de pertenencia; las relaciones sociales, que exige tolerancia, participación, etc.., y por último, la orientación hacia el bien común.  Toda sociedad, advierte la fundación alemana, puede exhibir grandes o pocos grados de cohesión y estos se expresarán en actitudes y comportamientos de sus miembros y de sus grupos sociales.

El Plan de la Patria 2013-2019, apuesta a un nuevo orden social, de control y dominio, sobre el cual edificar un nuevo sistema económico y político en el país, promoviendo a tal fin transformaciones que de manera progresiva viene impactando directamente en el ámbito de cada una de esas 3 dimensiones que se han mencionado.


[1] Alcaldía de Ibagué.  Consejo Municipal de Juventud.  Recuperado el 16 de septiembre de 2014. Online en: http://www.omjibague.com.co/consejo-municipal-de-juventud/quienes-somos.html
[2] Romero, Carlos.  Concejo Municipal, Vecinos y Basura.  Algomunicpal.blogspot.com 05 de septiembre 2014. Online en: http://algomunicipal.blogspot.com/2014/09/concejo-munipal-vecinos-y-la-basura.html
[3] Romero, Carlos. Un breve paseo histórico por el origen de la parroquia y la junta parroquial. 11 de octubre de 2010. Online en: http://algomunicipal.blogspot.com/2010/10/un-breve-paseo-historico-por-el-origen.html
[4] Bertelsmann Stiftung.  Cohesión Radar:  Measuring Cohesiveness.  Social Cohesión in Germany a preliminary review.  2012.  Germany. P.86

Carlos Romero Mendoza

@carome31

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