José Luis Farías 09 de julio de 2014
@fariasjoseluis
Corto y
Picante:
El "sacudón" ministerial que
había anunciado Maduro como un gran parto montañez no ha echado a la luz ni un
modesto ratoncito. Desde La Habana, China y la Banca de Inversión le metieron
un "quieto" al hijo del Galáctico y frenaron la salida de Damírez,
clave de la sacudida prevista. Ni el jueguito de Arreaza y Menéndez trayendo a
"Vinagreta" Borrego, al margen de Raúl, ni los buitres militares
tampoco pudieron echarlo. "Se queda y punto", le dijeron. "Por
ahora", ha debido pensar Maduro.
Pero lo más significativo es que si
Damírez se queda es porque el paquete neoliberal de Maduro va. El hijo del
Difunto se aprovisionó de suficiente Letzotanil y se avitualló con abundante
plátano verde para contener la flora intestinal y poder echar a andar el
paquetazo.
Las encuestas señalan que más de un
80% de los venezolanos están descontentos con Maduro y su gobierno. Con un
malestar tan gigantesco, sin liderazgo, con las instituciones democráticas
deshechas, un partido de gobierno convertido en una montonera, el recuerdo
inmediato de un populismo desmedido que corrompió a las grandes masas y con una
economía que más que una recesión enfrenta una profunda crisis será muy complejo
asumir un paquete de ajustes neoliberal que como dice nuestro amigo Pedro
Castro "es algo más que la corrección de variables puntuales de la
macroeconomía de un país". La aplicación del paquete neoliberal lo agarra
con los pantalones abajo, sin dólares y sin operadores financieros bajo su
control. La cosa va más allá del gusto de un par de diletantes en materia
económica con el jueguito de Damírez quiere un cambio de 35 y Merentes de 25.
"Lo que viene es feo", escribió Rubén Marcano, un articulista de
Aporrea de quien tomo la acertadísima frase con la que titulo hoy.
PD: Los 56 acuerdos económicos entre
Fedecámaras y Maduro son un secreto mejor guardado que el de la lista de las
empresas que se robaron 25 mil millones de dólares en CADIVI.
José Luis Farías
@fariasjoseluis
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