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jueves, 17 de abril de 2014

Transición o anarquía, Eddie Ramirez



Por Eddie Ramírez, 15/04/2014

Gobierno y oposición están entrampados. Aunque el régimen y parte de la oposición piensen que tienen suficientes fortalezas para salir sin la ayuda del otro, esto no parece viable. Desde el 12 de febrero Maduro pierde aceleradamente la popularidad heredada y su imagen internacional está deteriorada. Sin embargo, todavía cuenta con las poderosas herramientas del poder. Por su parte la oposición no se ha doblegado pero no acuerda una estrategia común. Los valientes estudiantes alborotaron el cotarro y lograron apoyo de gran parte de los ciudadanos de a pie. La percepción es que el gobierno todavía tiene oxígeno, aunque se le está agotando, y que la oposición ha adquirido más fuerza, pero quizá no la suficiente para imponer un cambio drástico, salvo el imponderable de un cisne negro o verde oliva.

El gobierno tiene la fortaleza de contar con los sumisos Poderes del Estado y, aparentemente, con apoyo de la Fuerza Armada. Esto último puede ser controversial, pero hay que considerar que el Alto Mando le es incondicional, las nuevas promociones han estado sometidas a un constante bombardeo ideológico, los anteriormente sargentos técnicos ahora son oficiales por lo que deben estar agradecidos y los soldados no son los mismos ignorantes muchachos del campo de antes, se les ha sembrado la ideología revolucionaria y pueden tomar partido. Aunque nunca se sabe, por aquello de que ¨los militares son leales hasta que se alzan¨. La debilidad del régimen es la situación económica, la cual terminará produciendo un estallido social y, además, que se enfrenta a una sociedad que no se doblega y a la heroica resistencia de los estudiantes.

La oposición tiene la fortaleza de ser mayoría, aunque no aplastante. Además, en quince años de lucha democrática no ha bajado la guardia y se ha enfrentado al régimen con todas las herramientas a su disposición. Su debilidad es que la dirigencia está clara en que hay que salir del régimen, pero difiere en el cómo y en el cuándo y que todavía no le llega a los estratos D y E. Además, se perciben luchas por el liderazgo.

La amenaza es que aumente la violencia por parte de paramilitares rojos que eventualmente se volverán incontrolables y que se produzca un gran estallido social por la escasez, alto costo de la vida y la inseguridad. Si los rojos sensatos, que debe haberlos, quieren sobrevivir deberían pactar una transición. Para convencerlos la protesta en la calle debe intensificarse, pero también una negociación firme de parte nuestra. Los puntos que la MUD ha asomado están todos dentro de la Constitución. El régimen debe sopesar si prefiere derrumbarse a mediano plazo por un malestar generalizado o si le conviene pactar una transición olvidándose de su idea de imponer un castrocomunismo. Esa transición pasa por elegir poderes públicos independientes, decretar una amnistía, realizar elecciones acordando la no reelección y un programa mínimo de gobierno. No será fácil, pero si queremos evitar la anarquía y salvar la República no hay otro camino.

Como en botica: Felicitaciones a los representantes de la MUD que expusieron con contundencia las violaciones a la Constitución por parte del régimen. Seguramente este no cederá en las peticiones fundamentales, pero quedará mal parado. ¡ No más prisioneros políticos, ni exiliados!


Eddie Ramírez
eddiearamirez@hotmail.com

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